Hace apenas un par de meses, abrió sus puertas en Carlsbad (California, EE.UU.) un nuevo y singular hotel, que puede considerarse un rotundo paradigma de diferenciación, tematización, oferta especializada y branding de primera línea. Se trata del nuevo Legoland Hotel, llamado a convertirse en lugar de peregrinación para el turismo familiar de medio mundo.
Desde hace tiempo, las más innovadoras estrategias de Marketing Hotelero buscan la base de su diferenciación en las experiencias turísticas únicas, en las sensaciones y en las emociones, en directa conexión con las expectativas y los deseos de los turistas. En estos casos, es el hotel el que crea y da vida a un nuevo destino turístico, y no al contrario. Legoland Hotel es un caso claro.
Son ya varias las generaciones de niños y adultos que han profesado y mantienen verdadera devoción por los juguetes Lego, creciendo y fortaleciéndose con el paso de los años. En efecto, un tradicional juguete de ‘construcción’, el llamado sucesor de los viejos ‘mecanos’, ha logrado defender su territorio a lo largo de décadas, ante el empuje desbordado de las videoconsolas o de los juegos de perfil más tecnológico.
Ahora, el mágico universo de Lego está muy presente en este nuevo Legoland Hotel de California, al igual que en sus precedentes, los Legoland Hotels ya operativos en Dinamarca, Reino Unido, Alemania o Florida (EE.UU.).
Ni que decir tiene que este nuevo Legoland Hotel responde al modelo ya consolidado, promovido por la firma Lego, con marcado protagonismo de piratas, castillos, dragones, fantasías, ilusión y multitud de gigantescas creaciones elaboradas a base de millones de las familiares piezas de colores del popular juguete.
En este caso, con el foco apuntando hacia el turismo familiar de todo el mundo, los Legoland Hotels marchan a rebufo y se benefician de la reputación online y offline de una marca entrañable que, hasta hace unos pocos años, permanecía al margen del sector turístico. Es obvio que el éxito en la distribución hotelera está más que garantizado, con base en las más íntimas e ingenuas ilusiones infantiles de niños y adultos, de todas las edades.